Invisible Boyfriend

Hoy el periódico está muy divertido. Yo quería terminar mi post del mercado de Triana, pero es que esto no lo puedo dejar pasar. Hay días que no hay nada delante de tus ojos (o días que tus ojos no ven nada) y otros que saltan liebres detrás de arbustos por cada paso que das. Y hoy es uno de esos días.

Tengo la suerte de que, gracias a un amigo muy especial, nos suben el periódico hasta el rellano del piso alto en el que vivo. No se lo dejan al portero, no. El repartidor coge el ascensor (a esas horas no hay portero que valga), pulsa el número de mi planta, abre ligeramente la puerta y lanza el periódico con fuerza hacia el felpudo de mis vecinos. A veces con tanta fuerza que se introduce debajo y apenas asoma la cara de perplejo de Ignacio Ruiz-Quintano, como diciendo «esto es lo que hay, qué le vamos a hacer» (y su resistencia a que lo tape un felpudo confirma mi tesis de que es la mejor pluma del periódico). Pero tengo unas vecinitas maravillosas, que salen temprano de casa para coger el autobús escolar, y su primer juego del día es encontrar mi periódico… Así que ya puede el repartidor esconderlo debajo del felpudo o incrustarlo en el rodapié, que mis vecinas lo encuentran. Y como son muy educadas, lo recomponen, desdoblan las páginas y lo colocan en el banco que hay junto a mi puerta. Normalmente con la portada hacia arriba (lo siento, Ignacio… son demasiado jóvenes)

Hoy en la portada aparecen dos señores con traje, corbata azul uno, verde otro (así averiguo que no son del Santander), que me dan mucha pereza. En blanco sobre sus trajes oscuros: CAMBIO PARA ANDALUCÍA. Moreno presenta en Madrid la propuesta del PP: reforma fiscal y menos Administración. Y digo yo que por qué la presentan en Madrid… Claro, recapacito, en Andalucía cómo van a decir esas barbaridades. Si hay menos administración dónde vamos a trabajar los andaluces; y si se paga menos… a ver si me van a cerrar el ambulatorio de al lado de mi casa y voy a tener que coger un autobús para ir al médico.

¡Uff! Me aburre el tema. Pero cuando estoy a punto de darle la vuelta al periódico para empezar por atrás, me fijo en una pestaña levantada en el ángulo inferior derecho que dice «Más titulares en página dos», y paso la página, expectante.

«LA REINA DOÑA LETIZIA, HERMANA HONORÍFICA DE LA HERMANDAD DE PASIÓN«. Definitivamente, le doy la vuelta al periódico.

Y por fin veo algo que me interesa (además de visto y no visto): EL PERFECTO NOVIO FALSO O INVISIBLE BOYFRIEND. ¡Me encanta! Dice el corresponsal en Nueva York que es una aplicación que causa furor en EEUU, «donde abunda la gente que construye su vida social entre apariencias e historias de cartón piedra» (literalmente). Y yo pienso ¿cuánto tiempo hace que este chico no viene a España? Bueno, sigo contando. Te descargas una aplicación en tu móvil y comienzas a diseñar tu novio ideal: eliges foto, edad, gustos y aficiones… puedes decidir incluso donde os conocisteis y el trabajo que realiza. Nada más terminar de cumplimentar esos datos (y de comprometer 25 dólares mensuales, -qué barato para ser un novio!-) recibes un mensaje de texto de él. Así que puedes entablar conversaciones reales y congruentes (no es un robot programado), pero sobre todo agradables, sin echarte en cara una lista de agravios y/o problemas. Los creadores están trabajando para que en un futuro muy próximo salga del móvil donde de momento está recluido y pase a interactuar contigo en las redes sociales (¡imagina lo que puedes fardar con tus amigas o lo  que puedes fastidiar a un ex novio!). ¡Y de ahí a mandarte flores sólo hay un paso!

Pero no queda ahí la cosa…Paso la página y leo «LOS BEBÉS ROBOT, ESTRELLAS EN LA VUELTA DE CONEXIÓN SAMANTA». ¡Dios mío! ¡El complemento perfecto al invisible boyfriend! Son muñecos idénticos a los bebés humanos, que pesan lo mismo (están hechos con la misma silicona que se usa en las prótesis mamarias) y hasta hay que darles de comer (bueno, si quieres, lo cual es una gran ventaja…). Así que, si te agencias un novio y luego te compras un muñeco de estos, ya tienes formada una familia, y te puedes dedicar a lo realmente importante: el trabajo, el pádel, las amigas…

Después de esto, para qué voy a seguir leyendo el periódico. Lo dejo encima de la mesa y aparecen nuevamente en la portada los dos señores trajeados. Y no puedo dejar de pensar que sería fantástico poder diseñar a nuestro gusto a los políticos. Aunque lo que sería realmente bueno es que fueran virtuales…