Qué hacer en Sevilla cuando el termómetro supera los 35ºC

Ya ha empezado el calor. A partir de las doce del mediodía las calles empiezan a echar fuego y hasta que anochece es un deporte de riesgo salir de casa. Hasta las losas de granito rosa del puente romano de Córdoba se han levantado al dilatarse por el calor, oigo en el telediario. En Sevilla no se está mucho mejor, como tengas que andar de un lado a otro haciendo gestiones, estás perdido.

Así las cosas, te puedes quedar en casa a ver en la tele a Meryl Streep interpretando el papel de Florence Foster Jenkins, la aristócrata que se abstrae de las vulgaridad de la vida con su amor -un tanto desmedido- por la música y con Hugh Grant de cómplice -unas de las pocas películas en las que no hace morisquetas con la cara-. Aunque si eres de gustos más tradicionales, también está en cartelera televisiva estos días La Faraona, con una explosiva Lola Flores en su plenitud de belleza racial y un apuesto Agustín Lara. O tal vez disfrutar en el canal Odisea un programa que se llama «Nacidos para Cazar» y sumergirte en un mundo en el que unos leones cachorros, unos oseznos peludos, y unos pequeños zorros árticos -entre otras preciosidades de animales salvajes-aprenden de sus padres las lecciones más importantes de su vida.

Incluso puedes elegir, como un indigente que habita a ratos en los soportales de mi bloque, colorear un mandala de tamaño din a3 con un montón de rotuladores de colores cuidadosamente apoyados en el mármol oscuro, perfectamente ordenados, con una minuciosidad y pulcritud que contrasta con el modo de vida del dueño. El sitio elegido no es malo, de hecho se está mejor que en cualquiera de las dieciocho viviendas a las que se accede por el portal, pues a la frialdad del mármol se une la corriente que se genera en los soportales de la calle.

Aunque también se puede armar uno de valor y elegir hacer algún plan cultural, a ser posible en algún local donde haya aire acondicionado. Mientras esperamos el estreno de «Wonderwoman», una buena opción es Caixaforum, donde se exponen casi cien obras del pintor modernista catalán Anglada Camarasa (1871-1959) haciendo un completo repaso a toda su trayectoria.

Yo hoy me decanto por la Exposición Colectiva de Verano con la que cierra la temporada La Caja China, una de las más sólidas galerías sevillanas. Me atiende Mercedes, una chica alta y elegante que trabaja ocasionalmente en ella. Me cuenta que no están representados todos los pintores de la galería, sino una selección de Pepe Barragán que mezcla distintas generaciones, algunos fallecidos, como Manuel Barbadillo, otros muy jóvenes, como María Ortega. La mayoría andaluces. Vamos recorriendo juntas las obras expuestas mientras hace una ligera aproximación a cada uno de los autores:

Pepe Barragán (Sevilla 1956), galerista y pintor, uno de los primeros de su generación que se decanta por la geometría.

Rafael Agredano (Córdoba, 1955) destacado protagonista de la actividad cultural andaluza de las últimas décadas, está presente con un óleo que parece representar unas notas musicales.

Manuel Barbadillo (Sevilla 1929-Málaga 2003), uno de los artistas más importantes, con una obra muy característica suya con repeticiones de fórmulas geométricas en blanco y negro.
Javier Buzón (Sevilla 1958), pintor figurativo de naturaleza y paisaje, se expone una obra de su última serie “paisaje vertical”.

Ricardo Cadenas (Sevilla 1960), profesor de dibujo de la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, -que realizó el cartel de la Bienal de Flamenco de Sevilla 2016- está representado con una pieza de la serie Arqueología.

Dim Matamoro (Vigo, 1958), pintor destacado en la movida madrileña, que en esta última etapa pinta manchas y juega con la luz, hizo una expo individual hace dos años aquí.

Rodríguez Silva (Sevilla 1960), con una obra en la que juega con las texturas, ha sido el protagonista de la última exposición individual en La Caja China.
Ruth Morán (Badajoz, 1976), una de las mujeres presentes en la muestra, joven aunque ya con bastantes becas y premios, expone una pieza de tinta y técnica mixta de puntillismo muy elaborado.
Mercedes de la Gala, burgalesa enamorada de Sevilla, está representada con un acrílico sobre tabla con forma poligonal.

Maripaz Pérez Ramos (Sevilla, 1946), una autora que juega con el movimiento, la delicadeza, la luz y la posición del espectador al contemplar la obra: dependiendo cómo te sitúes así se ve. Las obra expuestas ya tienen algunos años, pero me encantan.

Enrique Quevedo (Cádiz, 1967), representado con un par de obras de geometrías realizada en papel y metacrilato, recibió en 2012 la Medalla de Oro al Mejor Ilustrador de un importante certamen de EEUU, lo que le ha dado gran proyección internacional. Uno de mis favoritos.

Lourdes García O`Neill; Javier Parrilla (Sevilla, 1975); Juan José Fuentes (pintor cordobés a caballo entre la figuración y la abstracción).

Mesa del estudio de José Soto (Sevilla 1934-2016), cedida por su familia a Pepe Barragán. Una de las grandes referencias de la modernidad en Sevilla, artista, profesor, crítico sólido y fiable.

María Ortega, una chica joven cordobesa de ojos grandes y negros, retoca una de sus obras en las que destacan los colores azules y verdes.

Así, olvidándonos por un rato del calor de esta ciudad, hacemos una pequeña aproximación a los últimos cincuenta años de arte andaluz.

La exposición se puede ver hasta el 1 de julio en La Caja China, calle General Castaño 30, Sevilla.